De mojigangas y demás

Pregunta un lector sobre el origen de la palabra mojiganga, y no es para menos, ya que esta curiosidad en pleno auge de protestas y sentimientos caldeados, surge a raíz de los movimientos anti-reforma fiscal. “El pueblo no es mojiganga”, reportan los indignados. Pero dejemos los argumentos en pos y en contra de la reforma para explicar el significado de este delicioso ítem léxico.

Para entender lo que resulta como el vocablo mojiganga, hay que vislumbrar las similitudes fonológicas y articulatorias que existen entre los fonemas consonánticos /b/ y /m/. Ambos son bilabiales (que se articulan con los labios) y ambos son sonoros (que requieren de las cuerdas vocales). Sin embargo, /b/ es oclusivo, que se ejecuta mediante un impedimento total en el paso del aire, y /m/ es nasal cuyo paso del aire continuo es possible porque este sonido se manifiesta a través de las fosas nasales. Entonces, no nos ha de sorprender que dentro del proceso evolutivo lingüístico, exista un trueque entre /m/ y /b/, (piensen en el muy común fenómeno mayonesa~bayonesa).

Ahora bien, todo esto se relaciona porque mojiganga, procede de bojiganga, que a su vez viene de voxiga que es variante de vejiga, del latín vesica. Entoces, voxiga en la antigüedad era una especie de pequeña organización de farsantes o bufones que montaban obras y comedias; bojiganga era la obra montada por dichos farsantes.

Cualquier semejanza entre la antigüedad y la actualidad es pura casualidad.

Abur dijo el diablo…

Entre los temas que se plantean dentro de la discusiones sobre el argot dominicano, encontramos cuestiones sobre la multiplicidad de nuestros saludos y despedidas. Más allá de lo común y estandarizado como es el hola, los buenos días, el adiós, entre otros, el dominicano se ha hecho experto en innovaciones concernientes al arte de la salutación. Dentro de nuestra variedad, encontramos un sinfín de formas que ejemplifican la cortesía del dominicano al saludar y despedirse como «¿Y que?», «¿Y entonce?», «¿ Y tú», «¡Oh muchacho!» iOh mi  hermano!», «¡Mi pana!», «¡Monta», «¡Dame dato!», «¿Dimeavé?», «¿Qué lo qué?» «¡Kelokenton!», «¡Cuéntamelo todo!», «¿Quepasopa?», «¡Ta to!», «Se me cuida.» «Se le quiere de gratis.» etc.

Ahora bien, existe una forma de despedirse peculiar del dominicano que, a pesar de ser percibida como socialmente poco aceptable, en mi opinión adorna y agrega majestusidad antiquísima a nuestro dialecto. Este es el caso del vocablo abur.

Esta forma de despedirnos viene del vasquismo medieval agur, y tiene sus raíces en el ítem léxico latín augurĭum. Antes de transplantarse al español, augurĭum pasa por una serie procesos lingüísticos como el apócope y síncopa que suprime sonidos tanto finales como interiores a la palabra. Al cambiarse el fonema velar /g/ por el bilabial /b/ y fusionarse el diptongo inicial en una sola vocal, el resultado es abur o abul que desafortunadamente, por causa del rechazo social hacia el arcaísmo dominicano, está cayendo en desuso.

Si nos enfocamos en el significado augurĭum que se deriva de augur, aquel que interpretra de la voluntad divina, no nos ha de sorprender que para el dominicano, abur es el saludo el mal agüero, pues dícese que fue lo que dijo el Diablo por no decir adiós.

Round 1

A continuación, un breve debate en Facebook sobre la consulta que se me hizo sobre los anglicismos

LA PROFE

Postear (To post) no debe ser usado como sinónimo de publicar o exponer.
Siempre lo veo utilizado en ese contexto pero no es un neologismo. En todo caso, es un barbarismo y no está en la DRAE ni en el Panhispánico de dudas.

Postear.
1. tr. El Salv. y Méx. Meter los postes de un cercado.
2. intr. desus. correr la posta.

Atte: la profe no querida y ‘jarta’ de que quieran americanizar nuestro idioma.

@Luana Ferreira

 LUANA

Bueeeh… esto se somete a debate ya que «postear» pueda que cumpla con una función específica concierniente al internet. Los libros se publican, el arte se expone y los textos electrónicos se «postean.» Pitcher, poncharse, hit, estrai, y flaicito, importantes para nuestro béisbol pues collenvan referentes muy específicos tampoco aparecen en el DRAE. No debemos esperar que una autoridad colonizadora y monárquica dictamine el léxico de los hablantes porque al fin y al cabo, a su tiempo llegará que el DRAE y PHD autoricen el uso de «postear» cuando ya la gente esté “jarta” de decirlo, como en el caso de web, sándwich etc.

LA PROFE

Pero si buscamos estos anglicismos Luana, no aparecen en el Diccionario de la Real Academia Española aunque se usen cotidianamente en el idioma.

LUANA

Lo sé, pero no significa que eventualmente se incorporen al DRAE o a otros diccionarios como el Clave o María Moliner. La acepciones se hacen casi a diario y siempre se ha cuestionado por qué las palabras como web y sandwich se integran al DRAE pero pitcher no. Los diccionarios se zanjan en ideologías que protegen el estatus de un grupo social o de una nación. Por ejemplo, guandul (pero escrito gandul o guandú) está en el DRAE como regionalismo propio de algunos países de Hispanoamérica, pero, ¿acaso los españolismos como bocadillo no deberían ser llamados regionalismos españoles? Otro ejemplo, gandul está en el DRAE pero según ellos sólo es utilizado en Cuba y PR, entonces estamos jodidos porque el uso de guandul en manos del dominicano tienta contra el «buen uso» de la lengua según el DRAE, ya la academia aun no ha autorizado guandul en RD.

PRIMO #1

Jejejeje, ¿Y es gandul o guandul? Si no me equivoco en el DRAE esta gandul, como dicen los boricuas y cubanos..Pero la mata que da la semilla se llama guandú.

LUANA

haha… guandul no está pero sí guandú. Gandul está pero el dominicano jamás lo diría. Todo esto gira en torno a la siguiente pregunta ¿Quiénes autorizan el uso de la lengua, los hablantes o los diccionarios?

PRIMO #1

Bueno, a pesar de lo que diga el diccionario, el hablante dice y se inventa lo que se le haga mas fácil decir.

PRIMO #2

Chatear, textear, no hay palabras en español para nada de eso. Obviamente, el español tiene problemas para ponerse al día con la tecnología.