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Alumna Luana Ferreira Named 2015-17 Empire State Fellow!

Congratulations to Luana Y. Ferreira, PhD, a 2015 graduate of our program!

luana ferreiraLuana has been named a 2015-17 Empire State Fellow! The fellowship program selects 10 professionals to train with top State government officials for careers as future policy-makers. Luana will be placed with the New York State Department of State for her fellowship’s tenure.

Over the course of her career, Luana has been committed to education. She is a former New York City Teaching Fellow and received her M.S. Ed. from City College, CUNY. While a student at the Graduate Center, she also worked as a research assistant on a project focused on developing diagnostic tools for measuring proficiencies of immigrant students in urban settings at the GC’s Research Institute for the Study of Language in Urban Society (RISLUS).

Luana’s dissertation is titled “Densidad léxica en la prensa hispana de EE.UU. e Hispanoamérica: Un estudio comparativo” and was supervised by Professor Ricardo Otheguy.

¡Ella quiere cuartos!

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Gracias al Ingeniero Caraballo e Israel Perez en Facebook por compartir esto. Mi primo Joan Santos tuvo la amabilidad de hacerme llegar esta información, que merece ser compartida. Esta es la moneda de circulación e intercambio en Santo Domingo acuñada en 1843 que en esa época equivalía a un cuarto de la entonces moneda española. Esto explica por qué en el argot dominicano se le dice «cuartos» al dinero.

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Darío Villanueva, Director de la RAE cita mi trabajo sobre la prensa hispana

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28/05/2015 | Agencia EfeUSA

Presentan en N. York la nueva edición del diccionario de la lengua española

La nueva edición del diccionario de la lengua española fue presentada ayer en Nueva York en un acto en el que afloró la versatilidad de un idioma que une a 500 millones de personas y que, en el caso de EE. UU., está en plena expansión.

Darío Villanueva, en Nueva York. Foto: Victoria Toro, «La Voz de Galicia».

Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, fue el encargado de presentar en sociedad en Estados Unidos la nueva edición del diccionario, la número 23, que sigue a la publicada a comienzos de este siglo, en el 2001.

«Estados Unidos es una tierra de promesa y esperanza para el futuro de la lengua española», afirmó Villanueva, que después de presentar en Nueva York la nueva edición del diccionario la llevará a Chicago y Boston para darla a conocer allí también.

Villanueva, que estuvo acompañado del director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gerardo Piña-Rosales, entre otras personalidades, advirtió, no obstante, que tampoco hay que creer que el futuro del español en este país es «de vino y rosas».  «Las lenguas son organismos vivos que pueden avanzar y retroceder», insistió.

La nueva edición, publicada en octubre del 2014, incluye 93 000 artículos, 5 000 más que la del 2001, y para todos esos términos incluidos hay un total de unas 200 000 acepciones, entre ellas 19 000 americanismos.

Incorpora palabras que han surgido en Estados Unidos, derivadas del inglés, como guardavida para describir las funciones del socorrista, y otras nacidas más al sur, como amigovio, o, como dijo Villanueva, «un amigo con derecho a roce».

El presidente de la Real Academia Española defendió las ventajas del idioma en un acto en la sede del Instituto Cervantes que sirvió para repasar la evolución y los riesgos de una lengua que, con espacios tan dispares, tiene tantas similitudes.

Recordó que el español que se habla en América tiene muchos acentos y entonaciones, pero dijo que «el 90 % de los términos son comunes».

Citó un trabajo de una universidad de Nueva York que analizó los términos incluidos en periódicos de Estados Unidos, Chile, Argentina y Colombia y que llegó a la conclusión de que el 99 % de las palabras usadas «están todas ellas en el diccionario de la lengua».

«Habla de una enjundia de la lengua española verdaderamente admirable», insistió, citando ese trabajo, de la investigadora Luana Ferreira, neoyorquina de origen dominicano.

Recordó que el primer diccionario de la lengua española fue publicado en el siglo XVIII y el actual incluye tres veces más palabras que las que estaban en esa primera edición, de seis tomos, que vio la luz entre 1726 y 1739.

Defendió su idea de que el español no se ha convertido en una «lengua global» por la colonia española en América, sino por la independencia de los países del continente.

«Después del proceso histórico de las independencias americanas, a la hora de construir los Estados se tomó la decisión de que la lengua vehicular de relación entre los ciudadanos tenía que ser la española», afirmó Villanueva.

Citando otros estudios anteriores, Villanueva recordó que las comunidades latinas de Estados Unidos han convertido a este país en la segunda nación hispanohablante del mundo, después de México, con unos 50 millones de personas que usan ese idioma.

Dijo que muchos hispanos nacidos en Estados Unidos están recuperando la lengua española porque «se convierte en un activo, no un estigma del que hay que huir».

Villanueva se mostró a favor de eliminar prejuicios políticos sobre algunas términos recogidos en el diccionario que pueden llegar a molestar a determinados grupos de opinión. «Jamás vamos a hacer un diccionario políticamente correcto», insistió.

Piña-Rosales, el director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, la de más reciente creación, insistió también en que las lenguas como la española «están hechas unas de las otras».

«El español tiene una larga historia de calcos y muestras de otras lenguas», afirmó, y dijo que hoy en día, «nos guste o no», algunos de esos calcos vienen del inglés, especialmente en este país,