Desde que comencé mis estudios en lingüística hispánica, una de las preguntas que surgen en algún entorno casual es: ¿Por qué el dominicano habla tan mal? Este tipo de pregunta requiere no sólo que se aborde de manera cuidadosa, sino que también se profundice sobre el significado de la misma. Respondo pues, ¿Qué quiere decir mal? Una vez que exijo especificidad, empezamos a esbozar los aspectos de la lengua dominicana que provoca curiosidad al que pregunta: ¿Por qué el cibaeño habla con la i? ¿Por qué el sureño habla con la r? ¿Por qué a veces el hablante hace trueque de l y r en algunas palabras? ¿De dónde viene la palabra tal? entre otras. Al igual que el que pregunta, también he tenido mucho interés en saber lo que subyace tras las pecularidadades del hablar dominicano. Por suerte, la lingüística ofrece muchas explicaciones sobre el porqué de estos fenómenos. 

El español dominicano ofrece una variedad de hechos que se colocan al centro de tertulias, debates y uno que otro chiste sobre nuestra forma de hablar. A pesar de no ser expertos en la ciencia de la lengua, el dominicano siente necesidad de saber la razón detrás de estos fenómenos. Dicho de otro modo, el dominicano siempre ha demostrado interés en conocer su propia forma de hablar. Sin embargo, para explicar las características de nuestra lengua, es importante señalar que para el lingüísta, no hay formas correctas o incorrectas de hablar. Sólo existen formas de hablar. Es decir, para las personas como yo que cuya tarea es sencillamente hacer observaciones sobre el uso de la lengua, nostros los dominicanos no hablamos ni bien ni mal. Simplemente hablamos así. Esto es un trago amargo para los especialistas de la gramática y puristas de la lengua quiénes con mucho tesón, se esmeran en corregir o subrayar los deslices que comenten los hablantes. Muy lejos de prescribir el uso, el lingüísta sencillamente observa fenómenos del habla y la escritura, analizando y justificando estos hechos acudiendo a teorías y mecanismos meramente lingüísticos. Lejos de dictar reglas sobre el uso, lo que pretendo hacer es explicar hechos lingüísticos. Por ello espero que este blogue sirva de provecho no sólo para responder a cuestiones sobre nuestra lengua, sino también como foro de intercambio entre los lectores que quieran profundizar de manera amena, los fenómenos de nuestra variedad dominicana.