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Con el triunfo invicto de la República Dominicana en este Clásico Mundial del Béisbol 2013, aprovecho la oportunidad no sólo para felicitar a la Media Isla, sino para desglosar un poco sobre los anglicismos en el béisbol, y cómo el español dominicano es una de las variedades lingüísticas más flexibles en cuanto a la incorporación de préstamos del inglés al dialecto dominicano. Pero ojo, esto puede confundir y ofuscar hasta el punto de la exasperación a los puristas de la lengua, quienes con tesón mantienen la postura de que es posible liberar al español de los supuestos «barbarismos» lingüísticos que contaminan al mismo.
Antes que nada, hay que entender que para el dominicano, el béisbol es parte de la columna vertebral de nuestra cultura, que compone una de las partes más vitales de nuestra identidad. Desde niños, empezamos a entender «la pelota» viendo los juegos por la tele, o jugando vitilla (que hasta Enrique Iglesias llegó a jugar cuando nos visitó) y plaquita. Nike capta muy bien la pasión del dominicano por el béisbol. Ahora bien, en cuanto a los anglicismos del béisbol incorporados a la variedad dominicana, cabe señalar que estos se ciñen a una necesidad comunicativa requerida por el espectador. El dominicano precisa de especificidad infranqueable en cuanto al pasatiempo nacional. Y por más que querramos insistir que existen equivalentes en el español, no podemos negar que la jugada o el mensaje quedaría demasiado nebuloso. Por ejemplo, supuestamente el equivalente de pichear en español es lanzar, pero, ¿Acaso no todos los peloteros lanzan la pelota? El ítem léxico pichear se hace necesario pues nos queda claro tanto la posición como la acción del jugador. Es lo que el lingüísta dominicano Orlando Alba llama la presición onomástica requerida para que no quede duda alguna de lo que se está hablando. Pero para los esquivos, aquí les dejo una tarea que pueden dejar hecha sobre los comentarios: Sustituir los anglicimos en el siguiente párrafo con items léxicos españoles. De antemano pido perdón a los expertos* de la pelota, ya que sé que esta situación puede ser un tanto extraordinaria. Pero como estamos con espíritu celebratorio, ruego seguirme la corriente.
«Mientras el pícher relevista calienta en el bullpen, se reporta que el mismo está enfadado con el ampaya porque le cantó un balk en el juego anterior. Este pícher tiene fama de ponchar a los jugadores del equipo opuesto. El mánager sale del dugout para hablar con los jugadores del infield, ya que con un estrai y cero out, el equipo debe pensar en una estrategia para evitar otro jonrón del equipo opuesto.»
¡Felicidades a la República y que viva la lengua y el béisbol dominicano!
*Le doy las gracias a la enciclopedia viviente del béisbol, mi padre Estanislao Ferreira, quien con mucha (pero mucha) paciencia me asesoró en la construcción de este párrafo. También envío un saludo a Ligadom.com por publicar este artículo.